Autores: Gutiérrez Reynaga Reyna, Mora Rios Jazmín, Unikel Santoncini Claudia, Villatoro Velázquez Jorge Ameth, Medina-Mora Icaza María Elena
Objetivo: Conocer la prevalencia del uso de drogas (excluyendo alcohol y tabaco) alguna vez en la vida, el último año y/o el último mes, de dos rupos de mujeres adolescentes con y sin conductas alimentarias de riesgo, e indagar la relación con algunas variables ambientales asociadas a la probabilidad de iniciar o continuar con el uso habitual de drogas. Metodología: Participaron 286 mujeres entre los 12 y los 19 años de edad (X=14.7; DE=1.7), que fueron clasificadas en un grupo con riesgo y otro sin riesgo, con base en los criterios diagnósticos para los trastornos de la conducta alimentaria propuestos por el DSM-IV. Los indicadores de trastornos alimentarios que se incluyeron son: la preocupación por engordar, la sobrestimación del peso corporal y la práctica de métodos restrictivos o purgativos para bajar de peso. Los datos que se reportan en este estudio provienen de la Encuesta sobre Prevalencia del Consumo de Drogas y Alcohol en la Población Estudiantil del Distrito Federal, de 1997. Se llevaron a cabo análisis comparativos entre los grupos estudiados con base en la prevalencia del uso de drogas (médicas e ilegales), así como con algunas variables ambientales asociadas con el incremento de la probabilidad de usarlas (percepción de riesgo, disponibilidad, tolerancia social para usar mariguana e inhalables y tener familiares, amigos o conocidos que las utilicen). Los análisis estadísticos se hicieron con base en una prueba de independencia ji-cuadrada (X2). Resultados: Se encontraron diferencias significativas entre el grupo en riesgo y el que no estaba en riesgo de presentar trastornos alimentarios. El consumo de drogas es mayor en las adolescentes que pertenecen al grupo en riesgo. Los resultados mostraron que aun cuando el índice de consumidoras es bajo, el 70.6% de las usuarias de drogas pertenecen al grupo en riesgo. Se encontraron diferencias significativas de acuerdo con el tipo de droga que consumían (médicas vs. ilegales); los tranquilizantes, la cocaína y las anfetaminas fueron las drogas que más usaban las del grupo en riesgo, mientras que la mariguana y los inhalables fueron las drogas que más consumían las mujeres del grupo sin riesgo. También se encontró que las jóvenes del grupo en riesgo perciben mayor disponibilidad de las drogas y tienen más amigos y familiares que las utilizan. Las adolescentes de ambos grupos tienen una elevada percepción del riesgo por usar drogas y poca tolerancia a la mariguana y a los inhalables, lo cual indica que saben el daño que puede ocasionarles usar estas sustancias. No obstante, en las jóvenes en riesgo se observó una ligera tendencia a reportar más tolerancia a las drogas. Conclusión: Las diferencias encontradas en la prevalencia del consumo de drogas y en las variables asociadas de las adolescentes con y sin conductas alimentarias de riesgo, sugieren un posible vínculo entre el consumo de drogas y las conductas alimentarias de riesgo. Sin embargo, los datos deben ser tomados con cierta precaución, ya que esta línea de investigación requiere de estudios específicamente diseñados para evaluar esta relación con mayor nivel de precisión. El hecho de que las adolescentes que presentan conductas alimentarias de riesgo de la muestra comprendida en el presente estudio, reporten un mayor consumo de sustancias, revela la urgente necesidad de impulsar la investigación en esta área, para establecer de manera más comprensiva la naturaleza, la evolución, y las secuelas del consumo de drogas en las mujeres adolescentes que, sin tener todavía un trastorno alimentario clínico, reportan actitudes alimentarias autodestructivas.
Palabras clave: Conductas alimentarias de riesgo consumo de droga mujeres adolescentes México anorexia nervosa bulimia nervosa.
2003-07-17 | 1,664 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 24 Núm.6. Diciembre 2001 Pags. 55-61. Salud Ment 2001; 24(6)