Nuevas aproximaciones al problema del miembro fantasma

Autores: López Avila Alberto, Pellicer Graham Francisco

Resumen

El presente trabajo analiza las recientes hipótesis acerca de la génesis del miembro fantasma (MF). Este trastorno se caracteriza por la sensación que experimenta la mayoría de las personas a las que se les ha amputado un miembro o que han padecido la ablución de un nervio, que consiste en seguir percibiéndolo con un alto grado de realidad. Los primeros estudios acerca de la génesis del fenómeno se sitúan en un debate, es decir, se genera el fantasma en el muñón del miembro amputado o es un constructo del sistema nervioso central. Una de las primeras hipótesis propone que la evocación del MF se genera a partir de descargas ectópicas en el sitio de la lesión neural o neuroma. Las recientes corrientes de pensamiento sitúan a la génesis del MF como el resultado de un alto grado de encefalización, inclusive como parte de un proceso cognoscitivo afectivo con base en una representación corporal localizada en la corteza y en diversos núcleos cerebrales. Una de las teorías propuesta es la de la neuromatriz, la cual establece que hay una red neuronal distribuida en varias áreas del cerebro, que procesaría información paralela a la entrada somatosensorial y generaría una referencia genéticamente determinada del cuerpo. Otra de las hipótesis es la denominada iecambio del mapa en lo concerniente a las sensaciones referidaslt, la cual sostiene que la génesis del MF se debe a la reorganización cortical rápida y precisa entre los sitios adyacentes a la representación cortical del sitio desaferentado. Nuestro grupo ha generado una hipótesis que consiste en situar al detonador del MF en el sitio de la amputación, y explica su persistencia mediante la activación de un mecanismo fisiológico básico de potenciación temporal y espacial en las áreas cerebrales.

Palabras clave: Miembro fantasma hipótesis génesis amputación.

2003-07-18   |   1,217 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 24 Núm.3. Junio 2001 Pags. 29-34. Salud Ment 2001; 24(3)