Introducción Durante los últimos años se ha ido imponiendo como un sentimiento unánime la necesidad de centrar las organizaciones sanitarias en el ciudadano/a; es decir, identificar la manera en que los sistemas de salud de los países pueden responder mejor a las necesidades y demandas de los individuos, sus familias y las comunidades. Los actuales sistemas de salud precisan reformas centradas en la salud de las personas y encaminadas a mejorar la accesibilidad, la cobertura, la protección social en salud, el nivel de calidad de la atención y la satisfacción de los ciudadanos/as. En esta estrategia es esencial el papel del Médico de Familia en el primer nivel de atención que aporta elementos fundamentales: la longitudinalidad, la integralidad, la coordinación asistencial y la función de puerta de entrada al sistema y guía del usuario en el Sistema de Salud. En esta línea, se han elaborado dos documentos previos “Hacer que la práctica médica y la educación médica, sean más adecuados a las necesidades de la gente: La contribución del Médico de Familia” (OMS/WONCA, Ontario, 1994) y “La Medicina Familiar en la reforma de los Servicios de Salud” (CIMF/OPS/WONCA, Buenos Aires, 1996). Ambos tuvieron como denominador común la elaboración de recomendaciones generales sobre el desarrollo de programas de formación en Medicina Familiar y su incorporación a los Sistemas de Salud.
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2003-07-24 | 1,179 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.1. Enero-Marzo 2003 Pags. 67-72. Educ Med Super 2003; 17(1)