Breve historia de la cirugía en Yucatán

Autor: Cervera Andrade Alejandro

Resumen

Por las fuentes históricas más antiguas sabemos que los mayas conocían y usaban muchas hierbas para curar sus enfermedades, para cicatrizar sus heridas y para curar las mordeduras de víboras. Algunas de estas prácticas perduran hasta hoy. Los primeros médicos que vinieron a Yucatán fueron Maese Iñigo López, cirujano, que vino con la primera expedición de Montejo; Juan del Rey, herbolario, médico y cirujano, quien previamente había estado en Guatemala. Durante la Colonia figuraron: Fray Gaspar de Molina, Fray Gabriel de San Buenaventura; Fray Andrés de Avendaño. En el siglo XVIII figuraron cuatro médicos ilustres: Juan Pereyra, portugués, Juan Francisco Mayoli, italiano romano que ejerció en Valladolid y a quien se atribuye la paternidad del Libro del Judío, Lucas Teniere, (francés) y Claudio Grandel, (francés), en Campeche, en 1720. A fines del siglo XVIII figuraron: Fray Antonio de Vecaría, franciscano y Francisco León de Galera, en Mérida, y en Campeche Carlos Escoffié y Grevy, francés, y Benjamín Bothe, inglés. A comienzos del siglo XIX vino de Europa el doctor Alejo Dancourt en el año 1802; en 1805 llegó a Campeche el doctor Juan Antonio Frutos, español, y por la misma época figuraron en dicha ciudad el Dr. Claro José Beraza y Monsieur Renón, médico francés. En la época de la Independencia, destacaron don Eusebio Villamil, sacerdote católico, don Sebastián Sotomayor, español; don Manuel S. Howard, norteamericano; don Joaquín Muñoz y Ramírez, queretano; don José Matilde Sansores, y una comadrona que tuvo mucha fama, doña Incolaza Treviño. En 1846, llegó a Mérida don José María Tappam, de la Universidad de Harvard, y fue profesor de la Escuela de Medicina durante muchos años; se le atribuye el mérito de haber practicado varias amputaciones, por primera vez en Yucatán, así como la talla pireneal para la extracción de cálculos de la vejiga. En la misma época el Dr. S. Cabot, practicó por primera vez la operación de la catarata. En el año de 1847, 4 de junio, en el Hospital de San Juan de Dios de la ciudad de Mérida, el Dr. José Matilde Sansores dio la primera anestesia general con éter. En el año de 1852, el Dr. Manuel Campos González hizo por primera vez en Campeche la operación de catarata. El cirujano yucateco don José Ricardo Sauri, llegó a Mérida en 1870 y operó por primera vez el pterigion, la iridectomía por glaucoma, la enucleación del globo ocular y operó gran número de cataratas. El Dr. Manuel Arias Durán hizo la primera sinfisiotomía y el Dr. Augusto Molina Solís la primera operación de hernia estrangulada, en el año de 1885. En 1884 el Dr. Tappam operó por primera vez un absceso de mama. En 1887 un cirujano extranjero hizo la primera extirpación de un quiste del ovario, el Dr. Sauri practicó una operación de apendicitis, de mastoiditis y en 1894 la primera talla hipogástrica. En 1895 el Dr. Saturnino Guzmán Cervera operó el primer caso de herida penetrante de abdomen y en 1897 el Dr. Teodosio Pérez Peniche hizo la primera anestesia raquídea. A fines del siglo XIX el Dr. Ramón Albert Pacheco operó el primer caso de un embarazo extrauterino, el Dr. Eudaldo Ferráez hizo la primera operación cesárea y el Dr. Guzmán el primer raspado uterino post-abortum. En 1901 el Dr. José Ricardo Sauri hizo la primera histerectomía. Durante los primeros cuatro decenios del siglo XX diferentes intervenciones quirúrgicas se realizaron por vez primera en Yucatán. Entre ellas destacan: gastroenterostomía por vía transperitoneal, abocamiento abormal del recto con perforación del ano, citoscopía y cateterismo uretal, injerto glandular por el método de Voronof, operación de la Fort, histerectomía por vía perineal, nefrectomía por vía transperitoneal, extirpación de la glándula tiroides, ventrofijación del muñón resultante de histerectomía subtotal, operación de Calot y operación de Steinach.

Palabras clave: Historia de la Medicina cirugía Yucatán.

2003-08-19   |   2,991 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 13 Núm.2. Abril-Junio 2002 Pags. 144-151. Rev Biomed 2002; 13(2)