Los primeros cocodrilos aparecieron en la escena biológica hace 230 millones de años. Actualmente, existen 23 especies repartidas por las zonas tropicales del mundo, y tres de ellas habitan en México: en el Golfo de México tenemos al cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii), en la zona costera comprendida entre Sinaloa y Chiapas habita el cocodrilo de río (Crocodylus acutus) y en los estados de Oaxaca y Chiapas se encuentra el caimán de anteojos (Caiman crocodilus chiapasius). Son reptiles de grandes dimensiones que pueden alcanzar tallas entre el metro y hasta seis metros o más de longitud. Se caracterizan por poseer unas impresionantes mandíbulas tapizadas de afilados dientes adaptados para una dieta carnívora, nacen de huevo, poseen una poderosa cola que los impulsa en el agua, sus patas son cortas y fuertes, la piel es escamosa y suave al tacto, su sentido del olfato es muy desarrollado. Desde tiempos antiguos, estos reptiles cautivaron a culturas como la Maya, la Mexica y la Egipcia, tanto así que formaron parte importante de sus panteones y elementos fundamentales de sus procesos mágicos, religiosos, de enfermedad y de salud. Dentro de estas distintas cosmovisiones, al cocodrilo se le atribuyeron poderes terapéuticos, tanto para el alma como para el cuerpo, citándose en este trabajo algunos ejemplos. Asimismo, se describe el poder antibiótico de los péptidos antimicrobianos, denominados “cocodrilinas”, descubiertos hasta hace algunos años en la sangre de algunas especies de cocodrilos.
Palabras clave: cocodrilo medicina tradicional historia de la Medicina.
2003-08-19 | 2,668 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.1. Enero-Marzo 2003 Pags. 45-48. Rev Biomed 2003; 14(1)