Autores: Marquina Sánchez Manuel, García S Federico, Esquivel Pedraza Pablo, Araiza Llaguno Antonio, López Velarde V Gilberto
Con la laparoscopia se ha incrementado el número de donadores renales vivos al disminuir el dolor postoperatorio y una pronta recuperación. Sin embargo, la laparoscopia “pura” requiere de habilidad y experiencia, aun así el tiempo quirúrgico y de isquemia caliente son prolongados, con la nefrectomía laparoscópica asistida con la mano se obtienen los beneficios de ambas técnicas, abierta y laparoscópica. De enero del 2002 a abril del 2003 realizamos 44 trasplantes de riñón, dos de cadáver y 42 de donador vivo, 20 por nefrectomía abierta (enero-julio 2002) y 22 nefrectomías laparoscópicas asistidas con la mano (agosto 2002 a abril 2003). Formamos dos grupos, uno para nefrectomía abierta (20 casos) y otro para nefrectomía laparoscópica asistida con la mano (22 casos) y los comparamos. No hubo diferencia significativa en tiempo quirúrgico, complicaciones, hemorragia y diuresis del injerto. En el grupo laparoscópico, el dolor, la hospitalización y la recuperación fueron menores, el tiempo de isquemia caliente fue mayor, pero sin repercusión en la función del injerto. Concluimos que la nefrectomía laparoscópica asistida con la mano debería ser la técnica quirúrgica de primera elección para el donador renal.
Palabras clave: Nefrectomía donador vivo riñón laparoscopia asistida con la mano.
2003-08-21 | 2,614 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 63 Núm.3. Mayo-Junio 2003 Pags. 91-94. Rev Mex Urol 2003; 63(3)