Epilepsia en la tercera edad

Autores: Thomson Alfredo E, Viaggio María Belén

Resumen

Las personas mayores de 65 años constituirán el segmento poblacional de mayor crecimiento en los próximos años. La incidencia de la epilepsia se incrementa con la edad particularmente al final de la vida. Desde el punto de vista etiológico, la enfermedad cerebrovascular juega el rol más importante seguido de las causas tóxico-metabólicas, enfermedad de Alzheimer y otras demencias, trauma de cráneo, tumores de cerebro e infecciones del sistema nervioso central. En la tercera edad la mayoría de las crisis son de inicio parcial. El status epiléptico suele ser más prolongado con una mortalidad que supera a la de los adultos jóvenes. Los ancianos difieren de los jóvenes en que padecen más enfermedades concomitantes, consumen un mayor número de medicamentos, poseen metabolismo diferente y una mayor prevalencia de enfermedades neurológicas. También son más sensibles a los efectos adversos farmacológicos. Las modificaciones fisiológicas del envejecimiento determinan una farmacocinética más compleja debiéndose considerar especialmente la función renal, hepática, unión a proteínas e interacciones medicamentosas. La determinación de las concentraciones de droga libre es más útil para aquellos fármacos con alta unión a proteínas. El perfil de las drogas antiepilépticas (DAE) clásicas se aleja del ideal para el tratamiento de pacientes añosos. Aún contamos con pocos datos sobre el uso de las nuevas DAE en la tercera edad, sin embargo se está empezando a reunir evidencia sobre la eficacia y seguridad de las mismas. Los resultados del proceso de envejecimiento dictan que deban utilizarse parámetros diferentes en la terapéutica de ancianos con epilepsia. Esta revisión analiza los aspectos específicos y las guías para un mejor manejo de la epilepsia en la tercera edad.

Palabras clave: Epilepsia ancianos crisis etiología drogas antiepilépticas

2003-08-29   |   2,010 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.2. Abril-Junio 2002 Pags. 109-117 Rev Neurol Arg 2002; 27(2)