Autor: Madrazo Navarro Mario
La seguridad social mexicana tiene su naturaleza y origen en las luchas y aspiraciones del pueblo. La constitución de 1917 incorporó este derecho en el artículo 123 al declarar de utilidad pública el seguro social. Este se concibe como un servicio público de carácter nacional y como un sistema de previsión económica y social mediante el que se comparten responsabilidades entre patrones, trabajadores y gobierno. La seguridad social mexicana tiene por objeto garantizar el derecho a la salud de la población amparada, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia, los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo y el otorgamiento de pensiones en los casos que corresponda. La organización y administración del seguro social, están a cargo de un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es una sociedad en constante evolución, el cambio en la seguridad social también se vuelve un imperativo. De ahí que el IMSS se encuentre inmerso en un profundo proceso de cambio, con objeto de responder adecuadamente a las nuevas situaciones que impone el cambio social y económico del país. Este proceso se ha concretado en la nueva Ley del Seguro Social que ha entrado en vigor el primero de julio de 1997. La nueva Ley del Seguro Social comprende el régimen obligatorio y el régimen voluntario. El primero incluye a todos los trabajadores del apartado A del artículo 123 constitucional sujetos a una relación laboral; el segundo constituye una innovación y a la vez una estrategia de ampliación de la cobertura mediante el Seguro de Salud para la Familia y seguros adicionales, que permite el acceso a la seguridad social a personas sin un vínculo laboral formal.
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2003-09-08 | 5,429 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 41 Núm.2. Marzo-Abril 1998 Pags. 47-48. Rev Fac Med UNAM 1998; 41(2)