Fragmento

Como parte de un simposio que tuvo lugar en la Academia Mexicana de la Cirugía, se presentó como introducción el siguiente diálogo imaginario. Dr. Quijano: El título de Cirugía y Salud me pareció ligeramente engañoso, podría pensarse casi en un ardid para hacer patente lo poco que ha contribuido la cirugía a la salud pública. Sólo porque tengo absoluta confianza en las intenciones y el proceder de mi amigo José Narro coordinador del Simposio, descarté la posibilidad y acepté participar. Paralelamente al deslumbrante desarrollo de la ciencia y la tecnología en las ciencias biológicas en los últimos treinta años, los avances en salud pública han sido notables y sus indicadores tan repetidos y glosados desde las revistas profesionales hasta en los periódicos diarios, parecen contundentes. En cambio, hay que reconocer que, los también espectaculares triunfos propiamente quirúrgicos, apenas se reflejan en la salud de la comunidad. El día que acepté intervenir en esta sesión, imaginé una conversación con el Dr. Narro en la que, aunque no había ni vencedor ni vencido, no llegué a sentirme a gusto. Recordé que las críticas más acerbas a los médicos fueron hechas por personas que utilizaban el diálogo, Moliere y Bernard Shaw y decidí no negarme al debate, que siguió más o menos estos términos.

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2003-09-09   |   1,839 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 41 Núm.3. Mayo-Junio 1998 Pags. 126-130. Rev Fac Med UNAM 1998; 41(3)