Los hospitales de tercer nivel reciben pacientes con padecimientos crónicos de difícil solución y con frecuencia de mal pronóstico. A menudo, proceden de sitios lejanos y su nivel socioeconómico en general es bajo. Todo esto refleja un panorama no siempre alentador. Cuando un niño ingresa al hospital, su forma de vida se ve alterada, no sólo por si padecimiento físico, sino por la separación de su familia y su medio ambiente.
2003-09-11 | 1,577 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.4. Julio-Agosto 1998 Pags. Acta Pediatr Méx 1998; 19(4)