Resumen

Para comprender el concepto de "cuerpo integral" como una categoría de análisis dentro de la relación enfermera-paciente, es pertinente recurrir a los griegos quienes concebían al cuerpo como un microcosmos. Hipócrates y su "Tratado de los aires, las aguas y los lugares", que en lugar de atribuir un origen divino a las enfermedades, discutía sus causas ambientales, para evaluar la salud de sus habitantes, así el cuerpo cuya naturaleza se determina bajo la forma humana, se convirtió en objeto científico. El cuerpo al convertirse en objeto de reflexión científica representa la cosmogénesis de una configuración de elementos, por ello cuanto acontece en el cosmos sirve para entender lo que ocurre en el cuerpo humano. Cabe recordar lo que Galeno dice: "Los hábitos del alma son consecuencia de la complexión humoral del cuerpo; su adecuado equilibrio es factor decisivo en la salud y su desequilibrio en consecuencia es la enfermedad. La idea de la Medicina Preventiva desde la óptica griega hace hincapié no sólo en la dieta, sino en el estilo de vida del paciente: En el organismo sano todo está sometido a la regla de la correcta proporción, cantidad y calidad según la edad, la estación del año y la índole de trabajo. Así por lo tanto al igual que son las fuentes principales de salud también son de la enfermedad. El régimen de vida o dietética para los griegos, es el conjunto de hábitos del cuerpo que constituyen la actividad del hombre, determinantes según la edad, el sexo, los hábitos particulares de cada sujeto y la complexión del cuerpo, de ahí que se convirtiera en tema principal de divulgación sofistica entre la población. Desde esta referencia incorporamos el concepto de "Corporeidad o Cuerpo Integral al marco de referencia de Enfermería a fin de entender esta relación, tan particular, casi mística que implica la relación enfermera-paciente y su cuerpo.

Palabras clave: Corporeidad filosofía del cuidado.

2003-09-12   |   1,319 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.2. Mayo-Agosto 2003 Pags. 85-89 Rev Mex Enfer Cardiol 2003; 11(2)