Autor: Gutiérrez García José Luis
El reciente interés de los médicos por aliviar uno de los síntomas más conocidos desde la antigüedad, el dolor, ha desencadenado un torrente de información acerca de los posibles mecanismos anatomo-funcionales involucrados en la génesis del mismo, con lo cual se pretende lograr una mejor comprensión de los síndromes dolorosos y, por lo tanto, establecer tratamientos más racionales y eficaces. El dolor, tal como lo define la IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor), por sus siglas en inglés, ”es una experiencia sensorial y emocional desagradable que ocurre como respuesta a un daño tisular actual o potencial". Así, el dolor es un síntoma subjetivo que puede tener dos papeles relevantes en la fisiología del ser humano; el primero de ellos se refiere a la participación de dicho síntoma como mecanismo de alarma, que alerta al individuo acerca de la existencia de un daño tisular ocasionado por un estímulo agresor (dolor nociceptivo). El otro papel se refiere al hecho de que el dolor puede convertirse en la enfermedad propiamente dicha, es decir, un cuadro doloroso menospreciado o insuficientemente tratado puede determinar la presencia de un síndrome doloroso crónico, generalmente refractario a los tratamientos convencionales (dolor patológico).
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2003-10-16 | 906 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.1. Mayo 2002 Pags. 11-17 Dol Clin Ter 2002; I(1)