Un personaje inolvidable

Autor: Verdura-Riva Palacio Javier

Fragmento

El Dr. Juan Cárdenas y Cárdenas, usando su mejor acento norteño, solía decir: «¡Yo soy del norte!… pero del norte del Distrito federal». Efectivamente, Don Juan, como afectuosamente lo llamábamos, nació en Peralvillo, el 13 de agosto de 1912. Siendo un niño de unos cuantos meses de edad, perdió a su padre en un accedente automovilístico ocurrido en condiciones por demás extraordinarias. Se celebraba una de las primeras carreras, si no la primera, de automóviles de México a Puebla, y al papá del pequeño Juanito se le ocurrió que quería presenciar cuando menos parte de este evento. Así es que, en compañía de su familia, se apostó a la orilla de la carretera para ver pasar a los competidores. Todo iba muy bien, hasta que varios automóviles, en un accidente en «cadena», se salieron de la cinta asfáltica y embistieron a los espectadores. El buen hombre murió instantáneamente y su esposa y su pequeño hijo (Juan) fueron también arrollados, pero resultaron ilesos. Otra mujer que igualmente llevaba a un niño en sus brazos fue lanzada al precipicio, pero, milagrosamente, el infante quedó colgando de las ramas de un árbol, salvando así la vida. Muchos años más tarde, este niño fue paciente del Dr. Cárdenas y al estarle haciendo su historia clínica lo identificó.

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2003-11-18   |   677 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 42 Núm.4. Octubre-Diciembre 1997 Pags. 128-129. An Med Asoc Med Hosp ABC 1997; 42(4)