Completo

Distinguidos amigos y hermanos latinoamericanos, hoy, 24 de noviembre de 2002, estamos cobijados en la casa de la familia México. Mañana (16 a 20 de noviembre de 2004) estaremos invitados a la fiesta en la casa de la familia Bolivia. Mientras pasamos de fiesta en fiesta científica, es necesario realizar los preparativos correspondientes. Para ello, los hermanos latinoamericanos agrupados en la Asociación Latinoamericana de Patología Clínica, que trabajan en la medicina de laboratorio, nos hemos impuesto realizar obras en forma libre, espontánea, voluntaria y altruista. Nuestra visión es contribuir al crecimiento y desarrollo de la Patología Clínica, acorde con los avances científicos y proyectarlos al futuro. Para ello, nos hemos puesto de acuerdo en trabajar básicamente en los siguientes temas: • Enarbolar, ante todo, las banderas de la integración latinoamericana, porque ¡juntos, sí podemos! • Seguir en la senda del triunfo, afinando exactitud y precisión en los procesos de producción industrial, en el desarrollo tecnológico y en la producción nacional de insumos de laboratorio para garantizar la calidad y hacerlos creíbles a través de la acreditación. Para todo ello, tenemos prevista la actividad de las vicepresidencias especializadas en cada tema. • Difundir la especialidad con más fuerza en el continente, porque la patología clínica es el mejor recurso que tiene la medicina actual. Porque el diagnóstico fino a través de las moléculas y los átomos, sólo es posible con la participación de quien sabe de medicina y a la vez sabe del laboratorio clínico. Por lo tanto, es la única especialidad que puede realizar la correlación clínica-laboratorial con garantía de calidad. La clave del éxito es nuestra constante lucha en busca de la verdad intra y extralaboratorial. Por estos motivos, ahora quiero expresar los mejores reconocimientos a nuestros maestros y fundadores de ALAPAC/ML, quienes han abierto y señalado las sendas del progreso y contribuyen al desarrollo de la medicina latinoamericana. Finalmente, antes de despedirnos y cerrar las puertas de la familia México, quiero agradecerles por tanta bondad desplegada en nuestra estadía y una vez más podemos decir que nuevamente es un triunfo del corazón. Gracias amigos y hermanos ¡vamos a trabajar por ustedes y para ustedes!.

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2003-11-28   |   663 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 50 Núm.3. Julio-Septiembre 2003 Pags. 117 Rev Mex Patol Clin 2003; 50(3)