Del secreto profesional

Autor: Silva Silva Joaquín

Fragmento

“¿De qué sirven las leyes, vanas sin un cambio de costumbres?”. Horacio (Odas, II ,24). Se ha dicho, con razón, que la medicina es por esencia una carrera humanística y de servicio social. Para que esta característica se cumpla a cabalidad, son múltiples requisitos que tendrá que satisfacer el médico en el ejercicio de su profesión. Ante todo, deberá disfrutar del goce pleno de las cinco dimensiones que definen el ser humano: la dimensión intelectual, la moral, la psíquica, la física y la social. Sobre estas premisas se fundamentan los deberes y derechos del médico; entre los primeros sobresalen uno de excepcional importancia: el secreto profesional y la confidencialidad médica. Esta norma ética, cuya vigencia se inicia con el juramento hipocrático proferido hace 25 siglos, ha adquirido una connotación especial con motivo de la aparición en la última década, de la nueva enfermedad transmisible, de carácter irreversible y moral, producida por el virus de inmunodeficiencia humana, conocido como el VIH, que conduce al síndrome de inmunodeficiencia adquirida, SIDA.

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2003-12-15   |   846 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 10 Núm.3. Julio-Septiembre 1995 Pags. 117-118 Rev Colomb Cir 1995; 10(3)