LA OBRA Oleo sobre tela de 38 x 46. Representa una pareja de baile disfrutando de esa distracción ancestral definida alguna vez por el Libertador Simón Bolívar como la poesía del movimiento, que ha sido frecuente medio para iniciar a reafirmar amistades entre un hombre y una mujer, propiciar declaraciones de amor bajo la inspiración de una melodía estimulante o revivir viejos amores y, en todos los casos, favorecer una actividad gimnástica de efectos saludables tanto físicos como mentales y afectivos. El tango como danza y como canto, aunque de origen incierto, alcanzó su mayor notoriedad y desarrollo en su melodía y arraigo popular, en Río de la Plata. Las primeras interpretaciones tanto musicales como coreográficas, florecieron en Argentina y Uruguay a principios del siglo XX. Aunque su inicio no gozó de buena reputación social, el tango fue conquistado todos los estratos sociales en las naciones mencionadas y luego en Europa después de la 1 Guerra Mundial; fue así como logró una enorme popularidad en los restaurantes parasienses de Montmartre, en las salas de baile y los espectáculos de variedades de todo el mundo. Carlos Gardel, arquetipo del intérprete inigualable del tango cantado, le dio un impulso inusitado a este género musical cuyo auge hubiese sido aún mayor si la tragedia no hubiera cegado prematuramente su vida.
Palabras clave: .
2003-12-19 | 676 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.2. Abril-Junio 1999 Pags. II Rev Colomb Cir 1999; 14(2)