Resumen
DIABETES Y COMPLICACIONES DEL SISTEMA GASTROINTESTINAL
Los desórdenes gastrointestinales son comunes en pacientes con diabetes mellitus. Se estima que más del 65% de los diabéticos pueden tener síntomas digestivos directamente relacionados con los efectos de la neuropatía diabética (82).
El cuadro se acompaña de un espectro de manifestaciones severas a moderadas. Los trastornos pueden consistir en disfagia, ardor retroesternal, náuseas, vómitos, dolor abdominal, constipación, diarrea e incontinencia fecal.
Muchos presentan alteraciones pasajeras en su función gastrointestinal durante períodos de desarreglos metabólicos o durante la cetoacidosis diabética; la dilatación del estómago es posible que ocurra en forma aguda en el transcurso de esta última, y se resuelve completamente con el paso de una sonda nasogástrica y la correción de los acidosis. En algunos casos de insuficiencia renal, la hipermagnesemia es causa de parálisis intestinal. Las complicaciones gastrointestinales no deben adscribirse a la diabetes, hasta cuando hayan sido excluidas otras causas (77).
Las anormalidades gastrointestinales pueden ser debidas a trastornos motores o sensitivos, secundarios a neuropatía o a desarreglos metabólicos por los niveles elevados de glucosa en el suero. Es probable, que otros factores como irregularidades en la secreción y absorción intestinal, así como en la función exocrina pancreática, desempeñen un componente de importancia.
La mortalidad altera en la diabetes parece ser el resultado de una disfunción simpática y denervación colinérgica o <>. El daño parece ser prevaleciente en el simpático posganclionar, en el ganglio simpático en los plexos adrenérgicos intramurales. Esta lesión probablemente contribuye a la incontinencia fecal nocturna, debido a la pérdida del tono del esfínter anal interno. La disfunción vagal es crítica en la estasis gástrica, pero aún no está claro si el tránsito intestinal rápido y la diarrea, resultan de la vagotomía de la pérdida del <> simpático (50). Parece ser, que los síntomas clínicos de la disfunción autónoma se ven más frecuentes en los diabéticos tipo 1, en los que tienen un pobre control de sus niveles de glucosa, en los más viejos y en los que tienen evidencia de neuropatía periférica.
La falta de control de los niveles sanguíneos de glucosa, también pueden alterar las hormonas contrarreguladoras, algunas de las cuales, afectan directamente la motilidad gastrointestinal incluyendo glucagón, epinefrina, somatostatina hormona del crecimiento y cortisol. Los efectos del daño nervios autónomos en la liberación de estos y otros neurotrasmisores, también pueden contribuir a la disfunción motora.
Todos los diabéticos pueden ser cuidadosamente seleccionados para administrarles determinadas drogas y sus posibles efectos colaterales. Los antiácidos que contienen aluminio o magnesio, son usados con frecuencia por los diabéticos, lo que les puede ocasionar diarrea, mientras que los contienen carbonato de calcio, se asocian a constipación intestinal. Aquellos con función renal deteriorada son, en ocasiones, incapaces de excretar el aluminio o el magnesio, lo que ocasiona hipermagnesemia e intoxicación por aluminio por el crónico de dichos antiácidos. El uso de los antagonistas de los receptores H2, necesitan ser sujetados en los urémicos. Se prefiere la ranitidina porque es metabolizada y excretada por el hígado.
Palabras clave: Diabetes insulina páncreas glucosa metabolismo cuerpo cetónico.
2003-12-19 |
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Vol. 14 Núm.4. Octubre-Diciembre 1999 Pags. 210-223 Rev Colomb Cir 1999; 14(4)