La obra Esta acuarela inspirada en la figura humana del médico, dentro del género caricaturesco y costumbrista, ha plasmado la imagen del profesor sencillo y bonachón, estudioso y dedicado a sus quehaceres profesionales, armado con los atavíos que lo capacitan para defender a sus pacientes, si exceptuamos el cigarrillo que, aunque es considerado como mitigador de tensiones para algunos, es reputado, con razón, como enemigo de la salud para muchos. Pero dejemos que sea el propio autor de la obra quien comunique el mensaje de la misma. "Siempre he tenido motivación personal por el dibujo que he querido últimamente plasmar en el color y el agua con la versatilidad que armoniza el pincel. Personalmente considero que el cirujano conjuga perfectamente el arte con la técnica, así como el pincel con el bisturí; el cirujano también tiene que ser creativo y admirar la belleza biológica que tiene en sus manos y recrear la vista en el paisaje. Existe otro excelente componente cualitativo del cirujano que es el humanismo, el cual debe hacerlo más receptivo en la admiración de lo bello.
2004-01-10 | 609 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.1. Marzo 1991 Pags. I Rev Colomb Cir 1991; 6(Esp1)