Autor: Larach Jorge Ramón
La colangiografía operatoria fue introducida durante la colecistectomía abierta por Mirizzi en el año 1932. Su indicación durante el acto operatorio puede ser selectiva o rutinaria. La colangiografía selectiva se efectúa en aquellos casos en que hay sospechas de coledocolitiasis o patología intraductal, esto es, cuando hay sospechas de antecedentes de ictericia o pancreatitis, hiperbilirrubineinia o hiperamilasemia, pruebas hepáticas alteradas, colédoco con diámetro mayor de 10 mm a la ecografia, o bien, hallazgos intraoperatorios compatibles con la migración de cálculos al colédoco, tales como cístico dilatado, cálculos pequeños o colédoco de mayor diámetro del normal. Las razones para utilizar este criterio selectivo son, la disminución del tiempo operatorio y por lo tanto del costo, además de ser un procedimiento con algunas fallas técnicas, para diagnosticar una muy baja incidencia de patología intraductal no sospechada, como el hallazgo de cálculos durante el acto operatorio, y que varía entre un 1.2 a un 14%, con un promedio de 6%. La colangiografia operatoria de rutina practicada por la sola posibilidad de diagnosticar patología intraductal, agrega la importancia de determinar anomalías anatómicas durante la cirugía, que pueden alcanzar hasta un 5%. Las lesiones de la vía biliar son raras en los casos en que se practica colangiografia intraoperatoria y, por otro lado, la reparación en el mismo acto operatorio evita las complicaciones y la morbimortalidad alta de la cirugía diferida. De modo que el argumento básico para practicar la colangiografía rutinaria durante el acto operatorio es la prevención de lesiones de la vía biliar y la determinación de anomalías anatómicas de ésta.
2004-01-10 | 1,700 visitas | 1 valoraciones
Vol. 7 Núm.1. Julio 1992 Pags. 25-29 Rev Colomb Cir 1992; 7(Esp1)