El pesebre de Belén

Autor: Silva Silva Joaquín

Fragmento

La Obra Como en todos los años, en esta época decembrina los pueblos cristianos conmemoramos el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén, acontecimiento que se celebra con gran regocijo desde el siglo IV cuando el cristianismo comenzó a disfrutar la libertad en sus prácticas religiosas, gracias al Edicto de Milán promulgado en el año 313 por el Emperador Constantino I el Grande, a raíz de la victoria obtenida sobre su émulo Majencio quien derrotado murió ahogado en las agua del río Tíber cerca de Roma. Pero la representación plástica del pesebre la inició San Francisco de Asís en el siglo XII; constituida casi siempre por una gruta o portal donde figuran, el Niño Dios, la Virgen y San José, la mula y el buey, los pastores y sus ovejas, los Reyes Magos postrados de hinojos para adorar al Niño y entregarle sus ofrendas; ángeles en actitud de entonar cánticos celestiales; la estrella de Belén radiante y orientadora, y un gran, y un gran concurso de persona, animales, plantas y flores, cascadas y escalinatas, construcciones y estructuras contemporáneas o no de la época en que nació Jesús. Lo importante es representar en la escena los tres reinos de la naturaleza, iluminados con luces de colores, cuyo conjunto irradia un hábito de paz, ternura, belleza y amor.

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2004-01-14   |   943 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.4. Octubre-Diciembre 1997 Pags. I Rev Colomb Cir 1997; 12(4)