Paisaje costumbrista

Autor: Silva Silva Joaquín

Fragmento

El de hoy es un nuevo paisaje de nuestra bella naturaleza a la que debiéramos querer, admirar y defender a todo trance contra su mayor depredador: el hombre. En este óleo de 97 x 68, confluyen varios elementos de la vida campestre: el río, fuente de sustento y medio de transporte; el bosque frondoso, pulmón oxigenador, hábitat de las aves y de especies trepadoras; palio gigantesco que preserva la humedad y propicia la supervivencia de millares de seres vivos; manto verde a modo de ropaje protector de la tierra, salpicado de policromías fascinantes. Complementa el paisaje la presencia del ser humano: una lavandera que utiliza las piedras de la orilla del río y el agua corriente para lavar a pleno sol las escasas prendas de vestir de toda la familia; y dos bogas que descargan parte de su cosecha de plátano, transportados en su auténtico vehículo de trabajo, la canoa, con misa a venderlos en algún mercado pueblerino. Los paisajes costumbristas como éste, son comunes en nuestro medio tropical, rico en recursos ecológicos exuberantes tanto en la flora como en la fauna y en su patrimonio hidrográfico, a veces mal utilizados por el rey de la creación.

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2004-01-15   |   5,608 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.2. Abril-Junio 1997 Pags. I Rev Colomb Cir 1997; 12(2)