Patrones de alimentación y evaluación nutricional en niños deshabilitados

Autores: Zulueta Torres Daisy, Romero Iglesias María Caridad, Toledo Borrero Emilia, Ferrer Zulueta Nayra

Resumen

Existen niños con afecciones neurológicas de diversos tipos que, hasta el momento, de acuerdo con los diagnósticos realizados no requieren un tratamiento dietético como base terapéutica, pero sí se les debe garantizar un estado nutricional óptimo. El objetivo de este trabajo fue elaborar patrones de alimentación para niños y niñas deshabilitados y evaluar su repercusión en el estado nutricional. Esta evaluación se realizó mediante la determinación del peso y de la longitud supina o talla. El índice utilizado y los puntos de corte para la evaluación fueron: peso bajo: percentil < 10; normal: entre percentil 10 y 90; peso excesivo: percentil >90. En todos los niños se evaluó como primer indicador el peso para la edad y en los que fue posible, además, el peso para la talla. En la reevaluación se añadió el indicador de circunferencia braquial. El 37,8 % de los niños fue clasificado como de peso bajo, por lo que se requirieron patrones de alimentación adecuados. Los niños de 7 a 12 años presentaron las mayores afectaciones seguidos por los de 3 a 7 años. El 19 % de ellos presentaba anemia leve o moderada y, por tanto, requerían del suministro de alimentos ricos en hierro, y del suplemento medicamentoso. Se elaboraron 5 patrones dietéticos de 780, 1 020, 1 200, 1 500 y 1 680 kcal/día. Estos patrones aportaban 60 % de las recomendaciones de ingesta de energía para estos niños, que es lo que la institución debe garantizar. En la reevaluación de los casos se encontró una mejoría de su estado nutricional con cambios en los canales de peso/edad.

Palabras clave: Evaluación nutricional; alimentación. estado nutricional peso por edad peso por estatura antropometría conducta alimentaria enfermedades del sistema nervioso dietoterapia niños con discapacidad.

2004-01-16   |   4,674 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 29 Núm.2. Marzo-Diciembre 2003 Pags. 111-116 Rev Cubana Salud Pública 2003; 29(2)