Al Editor: El artículo de Fallena-Zonana y Arnoldo Kraus1 en relación con los conflictos de interés en investigación es muy oportuno y pertinente; mete el dedo en la llaga cada vez más profunda en la relación entre los médicos y la industria farmacéutica. Y señalo que la llaga es cada vez más profunda porque, por lo menos desde que se levantó la voz en la Revista de Investigación Clínica hace algunos años sobre las irregularidades en esta relación médicos-industria farmacéutica,2,3 éstas se han hecho cada vez más descaradas: Las industrias han hecho ya listas de médicos a quienes catalogan como “líderes de opinión”, algunos de ellos “sobornables”, otros “influenciables” y otros “intocables” y, de acuerdo con la categoría en que los ubican les ofrecen o no recompensas de diversos tipos. Las compañías farmacéuticas se han apoderado de las sociedades médicas: algunas sociedades celebran sus reuniones ordinarias en las instalaciones de la industria; los congresos de las sociedades se han vuelto un botín para la industria y una ocasión para competir en derroche de alimentos, bebidas, espectáculos y demás para los médicos; algunas conferencias magistrales en las reuniones médicas son ofrecidas por empleados de la industria sin conocimientos; muchos especialistas “reconocidos” hacen propaganda abierta de algunos medicamentos, etc. Es claro que sólo cuando se regulen estas relaciones por alguna instancia gubernamental, como ha ocurrido en otros países,3 se terminarán estas componendas que de ninguna manera benefician el progreso de la ciencia médica y que ciertamente perjudican al personaje central del quehacer médico: el paciente.
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2004-01-23 | 1,235 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 55 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2003 Pags. 736-737 Rev Invest Clin 2003; 55(6)