Fragmento

Hoy en día el bioterrorismo es una de las principales armas que existen en el trágico mercado de la guerra. Jamás habríamos imaginado que las bacterias, hongos, virus y parásitos fueran un arma tan eficaz y contundente, con capacidad para hacer tanto daño a los humanos. Menos aún suponíamos la manera de manipularlos de tal modo que el hombre lograra –más real que metafóricamente– meterlos en una ballesta para lanzarlos al enemigo. Las estadísticas son alarmantes, y las razones de las potencias que tiene la facilidad de producir o incubar los agentes antes mencionados con la morbosa mentalidad de prepararse para una futura guerra, ni con mucho se separan de las del fanático que opina que el sacrificio por una causa sea cual fuere, es el motivo de existir. Peor aún van en aumento las mentes manipulables que siguen la locura ajena sin percatarse de que son arrastrados por el irracional pensamiento de que el mundo debe estar regido por la fuerza bruta y las armas.

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2004-01-26   |   797 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.7. Enero 2004 Pags. . Dol Clin Ter 2004; II(7)