Muerte cerebral

Autor: Castañón González Jorge Alberto

Fragmento

La introducción en la práctica clínica de la ventilación mecánica y su inmediata aceptación por la comunidad médica revolucionó el tratamiento del enfermo grave y en estado crítico. La posibilidad de mantener con vida y ayudar a pacientes con insuficiencia respiratoria o “paro” respiratorio por padecimientos agudos y catastróficos del sistema nervioso central se volvió una realidad y una práctica médica frecuente en la medicina hospitalaria. Esta intervención terapéutica sin precedentes fue el escenario para la emergencia de un nuevo estado clínico neurológico, en donde el estado de coma que sufrían algunos pacientes se asoció al cese de toda función cerebral, no obstante haber logrado estabilidad hemodinámica y respiratoria con apoyo farmacológico y electromecánico artificial. Esta entidad clínica que inicialmente sedenominó “Le Coma Dépassé” (coma irreversible) y que fue descrita en forma brillante por los médicos franceses Mollaret y Goulon (1) , permitió que con el tiempo el concepto tradicional de muerte –entendido como el cese de la función cardiorrespiratoria– tomara un significado diferente y se acuñara el término de “muerte cerebral”. Hoy el concepto de muerte cerebral se acepta en la mayoría de las naciones del mundo; en nuestro país la Ley General de Salud en sus artículos 343 a 345 define la muerte cerebral como la pérdida permanente de la conciencia, con ausencia de reflejos de tallo cerebral, una vez que se descartaron efectos tóxicos o farmacológicos que deterioren el estado de conciencia, pero exige aún que se corrobore por métodos de gabinete (dos electroencefalogramas isoeléctricos separados por espacio de cinco horas, o una angiografía cerebral bilateral) (2) .

Palabras clave: .

2004-02-06   |   1,056 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 71 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2003 Pags. 419-420 Cir Ciruj 2003; 71(6)