Fragmento

Desde el mismo título del trabajo que esta noche nos presenta el Académico Baeza Herrera, se hace implícita una vieja pregunta de difícil y siempre polémica respuesta y que ya desde el clásico libro de Cirugía pediátrica del Dr. Robert E. Gross en el siglo pasado, refiere el medieval aforismo de Sir Lancelot Barrington quien afirma: “un adulto puede ser adecuadamente tratado como un niño, pero tratar a un niño como un adulto suele ser desastroso” (1) . Si bien es totalmente cierto que nuestra especialidad emana de la cirugía general, cuna de todas las acciones y quehaceres quirúrgicos hasta la actualidad, trabajos como el que acabamos de escuchar nos vuelven a hacer reflexionar sobre lo mucho que aún se tiene que aprender, observar e investigar en ciertas entidades que como la pancreatitis constituyen básicamente enfermedades propias del adulto y, como ya se ha mencionado, poco frecuentes en pediatría. El académico Baeza Herrera señala muy adecuadamente que el objetivo del presente estudio no es comparar, sino contrastar la etiopatogenia y evolución de dos grupos de pacientes con pancreatitis. No se podría en estricto rigor científico comparar grupos totalmente disímbolos y que ya desde sus primeros resultados esta aseveración se hace patente: en nueve meses se atendieron 47 pacientes adultos y aunque el escrito no lo constata, los 50 niños con pancreatitis se debieron haber tratado en varios años. Durante todo el año 2002 en el Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, se registraron solamente 12 casos de pancreatitis, lo cual confirma su infrecuencia en menores de 18 años (2) . Otro resultado señala que en el adulto cerca de 70% fueron hombres y en el presente estudio 60% pertenecieron al sexo femenino.

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2004-02-06   |   1,266 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 71 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2003 Pags. 440-441 Cir Ciruj 2003; 71(6)