Incidencia y patrón de emesis tardía inducida por quimioterapia moderadamente emetogénica en mujeres con cáncer de mama

Autores: Finol Hernández Adrián, de Jongh Beyer Mariana, de Jongh Carcía Carlos A

Resumen

Antecedentes: Los enfermos de cáncer consideran que las náuseas y los vómitos son, todavía, uno de los efectos colaterales más desagradables de la quimioterapia. Si bien el tratamiento profiláctico para la emesis aguda (vómitos y/o náuseas en el día 1 del ciclo) es considerado bastante efectivo, los casos de emesis tardía (náuseas y/o vómitos durante los días 2 a 5 del ciclo) constituyen todavía un problema significativo. Es necesario determinar cuales son los pacientes con mayor riesgo de padecer tal complicación al tiempo que diseñar terapias más eficaces para los casos de emesis tardía relacionada con la quimioterapia. Métodos: Entre enero y diciembre de 1998 todas aquellas enfermas (p) con diagnóstico de adenocarcinoma de mama que comenzaron tratamiento con quimioterapia moderadamente emetogénica (AC, CAF, CMF, docetaxel ± doxorrubicina) en una consulta ambulatoria de oncología, fueron evaluadas con relación a la presencia de emesis tardía (ET) en los tres primeros ciclos de quimioterapia (QT). Todas las p recibieron profilaxis de náuseas y vómitos inducidas por QT con granisetrón (3 mg IV) + dexametasona (20 mg IV) el día 1 de cada ciclo. No se suministró profilaxis antiemética durante los días 1 a 5 del ciclo. Resultados: El número de p evaluadas fue de 36 en el primer ciclo, 34 en el segundo y 33 en el tercero. La incidencia de vómitos retardados/náuseas moderadas a severas retardadas fue de 27% 36% en el primer ciclo de QT, 32% 38% en el segundo y 30% 36% en el tercero. La presencia de emesis aguda (EA) fue un factor determinante para la ocurrencia de ET. De hecho, sólo 37% y 42%, respectivamente, de las pacientes que no tuvieron EA en los ciclos 1, 2 y 3, sufrieron de ET, mientras que 94%, y 100% de las pacientes que si tuvieron EA presentaron también ET. Conclusiones: (1) La presencia de náuseas y vómitos, especialmente la ET, relacionados a la quimioterapia continúa siendo un problema significativo; (2) la incidencia de ET es más baja en aquellas enfermas que obtienen buen control de la EA que en las que experimentan náuseas y vómitos durante las primeras 24 horas de la quimioterapia; (3) la frecuencia de ET no aumentó en ciclos subsiguientes de quimioterapia; (4) las pacientes que obtienen un control adecuado de EA tienen una necesidad menor de profilaxis para ET que aquellas que tienen náuseas y vómitos agudos, las cuales deben recibir, uniformemente, algún tipo de profilaxis.

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2004-02-09   |   2,332 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.3. Julio-Septiembre 2000 Pags. . Rev Venez Oncol 2000; 12(3)