La enseñanza médica, ¿obligación, placer o necesidad?

Autores: Murphy Sánchez Carlos, Velázquez Macías Rafael Francisco

Fragmento

La enseñanza médica se fundamenta en tres pilares, a saber: alumno, maestro y conocimientos. El alumno, persona que necesita información, capacitación y ejecución en esta área del saber humano. El maestro (muy escaso), persona que se prepara para proporcionar información, capacitación y ejecución en esta área del saber humano. Conocimiento, elemento con forma y peso específico resultado de las experiencias fortuitas e intencionales surgidas con el devenir de la vida humana, que según la época y la zona geográfica podría ser nulo, moderado o abundante. Reitero “humano” porque es el nivel donde nos desenvolvemos, y si bien es innegable la influencia de otros factores como las especies con las que cohabitamos, el planeta mismo y el universo entero, el enfoque extendido que abarcará todo podría resultar en confusión. La proporción maestro-alumno se inclina al alumno, es decir, son más abundantes estos últimos. En la última década han proliferado en México escuelas privadas y públicas de medicina, que podrían explicar este desequilibrio, y, a pesar de tal proliferación, todavía hay personas sin escuela, sin maestro. La mayor parte de estas escuelas imparten su docencia inicialmente en sus propias aulas y luego los lanzan a la selva hospitalaria para complementar la enseñanza. En la actualidad, los hospitales, sobre todo los del sector público, están sobregirados rebasando las expectativas planeadas.

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2004-02-09   |   869 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 64 Núm.1. Enero-Febrero 2004 Pags. 5 Rev Mex Urol 2004; 64(1)