Autor: González del Rey Javier A
Los procesos febriles representan 15% de todas las visitas a los consultorios de pediatras y 10% de las visitas a las salas de urgencia. La mayoría de estos niños son menores de tres años de edad y, por lo general, la causa de la fiebre es autolimitada, puede ser identificada por la anamnesis o el examen físico, y es de origen viral (1) . Hay, sin embargo, un grupo pequeño en el cual existe la posibilidad de infecciones bacterianas ocultas con la capacidad de evolucionar a enfermedades serias. Estas enfermedades incluyen: meningitis bacteriana, bacteriemia, neumonía por bacterias, infecciones del tracto urinario, enteritis bacterianas, celulitis, osteomielitis y artritis sépticas. El objetivo de esta revisión de la literatura es el de presentar al pediatra una serie de datos y guías basados en evidencia médica publicada en el manejo del lactante o niño con un proceso febril sin un foco obvio de infección, ya sea por la anamnesis o por el examen físico. Estos criterios no incluyen el manejo de pacientes con signos obvios de septicemia o shock, con inmunodeficiencias o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), petequias, enfermedades crónicas, inmunizaciones recientes o uso concomitante de antibióticos.
Palabras clave: Fiebre diagnóstico fiebre terapia infecciones bacterianas diagnóstico infecciones bacterianas terapia
2004-02-10 | 774 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 72 Núm.1. Octubre-Diciembre 2001 Pags. 55-59 Arch Pediatr Urug 2001; 72(Supl)