Autor: Quintanilla Osorio Jesús
De acuerdo a Sigmund Freud, los sueños constituyen una manifestación de nuestros deseos, donde la propia censura de la sociedad, con sus reglas morales y sociales, ha limitado su tratamiento a una exposición más íntima, más privada de ellos. Señalaba Freud, al referirse a los sueños: “Por su carácter de realización de deseos, se dividen en tres clases: en primer lugar, aquellos que muestran francamente un deseo no reprimido. En segundo, los que exteriorizan disfrazadamente un deseo reprimido; esto es, la mayoría de los que necesitan del análisis. Y en tercer lugar, aquellos otros que, si bien representan un deseo reprimido, lo hacen sin disfraz alguno o con un disfraz insuficiente"(1) Es decir, que los sueños, esas experiencias oníricas que nos dejan perplejos porque las más de las veces no los entendemos, son traducciones exactas de esos deseos, pero requieren de una interpretación, y la llave de la hermenéutica para conocer sus misterios reside en nuestro yo interno.
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2004-02-12 | 2,641 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.4. Octubre-Diciembre 2003 Pags. 279. Rev Biomed 2003; 14(4)