A propósito de los cincuenta años de la calificación de Virginia Apgar

Autor: Coronado Zarco Irma Alejandra

Resumen

El momento de genialidad de la Dra. Virginia Apgar, en 1952, marca uno de los instantes más importantes dentro de lo que hoy conocemos como la medicina perinatal y la neonatología específicamente. Su escala es sumamente sencilla, proporciona un punto de referencia a partir del cual han partido otros caminos en la búsqueda de mejorar nuestras circunstancias. Nos enseña a observar con detenimiento, a autoevaluarnos, a buscar la objetividad. La misma doctora Apgar, en un ejemplo de autocrítica, desde el momento de la creación de la escala nos recuerda que en la comprensión de la realidad y de los procesos de la vida, una cifra aritmética siempre será de alguna manera arbitraria. El hombre, por naturaleza, siempre ha mostrado un afán de perfeccionamiento; en la definición del mismo llega a la conclusión de que, quizá, la expresión máxima de perfección es que somos seres humanos. La sola existencia no basta para definir a un ser humano. “La piedra existe, la bestia existe”, decía Santo Tomás de Aquino.

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2004-02-19   |   1,177 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.3. Julio-Septiembre 2003 Pags. 131-132 Perinatol Reprod Hum 2003; 17(3)