Completo

Distinguido Dr. Antonio Redon Tavera Editor de la Revista Mexicana de Ortopedia Por este medio ruego a usted dé a conocer en forma breve, la primicia de nuestra investigación «Sistema de hipertermia aplicada a implantes», efectuado en el Hospital Universitario José Eleuterio González, a reserva de publicar en extenso todo el documento que le estoy enviando. La importancia de este trabajo de investigación (que concluimos en 1996) radica en que nunca se había publicado algo similar y durante nuestra participación en el Congreso Internacional de Investigación en Ortopedia, organizado por el Dr. Colchero, en Puebla 1998, muchos extranjeros se interesaron en el trabajo por lo que nos urge su publicación, para que de esta forma dejemos en claro que somos los primeros en usar la hipertermia en los implantes como una posible forma de tratar las fracturas y otras patologías óseas. Me sería, por tal motivo de mucha utilidad, que publicara en su más próximo número el resumen del documento que le envío, aclarándole que ya tenemos el registro y patentes de la investigación, debidamente acreditados en México y Estados Unidos. Atentamente, Dr. Américo Gutiérrez González Calle Real del Monte # 2849, Col. Mitras, Centro Monterrey, N. L. C.P. 64460 Dispositivo para aplicar hipertermia adaptada a un clavo intramedular como tratamiento en fracturas diafisarias producidas experimentalmente en un grupo de perros. Sumario: Se realizaron osteotomías subtrocantéricas bilaterales en el fémur de ocho perros adultos. Ambas osteotomías fueron fijadas con clavos intramedulares, en el lado derecho el clavo contaba con un dispositivo para aplicar hipertermia, el lado izquierdo se fijó con un clavo intramedular simple. Al día siguiente a la osteotomía se incrementó la temperatura del implante mediante el dispositivo, manteniéndola cinco grados centígrados por encima del registro intramedular (39°C); ésta se mantuvo constante durante todo el experimento, el cual fue de seis semanas. Se tomó control radiológico cada dos semanas en ambos fémures de todos los perros, biopsia bilateral a las dos semanas en los perros número 5 y número 6, a las cuatro semanas en los perros número 1 y número 4; a las seis semanas se sacrificaron los perros y se mandaron los fémures completos de cinco perros al departamento de patología para su estudio. Los perros número 2, 3 y 8 se descartaron por presentar infección dos de ellos y uno por dañar el dispositivo de hipertermia en múltiples ocasiones. Radiológicamente a las dos semanas se ven datos incipientes de osificación del callo en los fémures sometidos a hipertermia. A las cuatro semanas se ve osificación del callo en ambos lados, siendo un callo más exuberante en los fémures sometidos a hipertermia. A las seis semanas se ve buen callo en lado sin hipertermia, pero en los fémures sometidos a hipertermia el callo de reparación presenta mayor diámetro y longitud. Histológicamente a las dos semanas los fémures sometidos a hipertermia presentaron poca granulación, y los no sometidos a hipertermia no presentaron granulación; se observaron islotes de cartílago en el fémur con hipertermia del perro número 5 y osteoide de reparación sólo en fémures sometidos a hipertermia, tanto en periostio como en endostio. A las cuatro semanas los cambios fueron ligeramente favorables en fémures con hipertermia, sin embargo el perro número 1 presentó una osteotomía oblicua e inestable y en el perro número 4 se descubrió posteriormente una infección subclínica. A las seis semanas los fémures tratados con hipertermia mostraban un callo óseo de 12.4 cm de circunferencia en promedio contra 10.3 cm del lado control; presentaban mayor cantidad de osteoide tanto en periostio como en endostio; la presencia de cartílago era leve en fémures con hipertermia y abundante en fémures control, esto debido a que el cartílago que existió previamente se encontraba calcificado.

Palabras clave: Hipertermia fracturas diafisarias.

2004-02-24   |   1,863 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1998 Pags. 582. Rev Mex Ortop Traum 1998; 12(6)