Resumen

Cuando un funcionario (Senior) de la Secretaría de Salud me dijo, “para qué queremos bibliotecas si existe Internet”, experimenté la sensación de haber sido despojado de la escalera en que me encontraba trepado; inmediatamente me pregunté: ¿cuántos de los profesionales, técnicos y auxiliares de la dependencia gubernamental citada, tienen acceso al Internet? Suponiéndose que todos; en esa red o en cualquiera otra, de lo que hay que saber sobre la materia, ¿qué tanto existe disponible? ¿todo? ¿cómo hacerle para convencer que aún lo más avanzado de la tecnología tiene sus limitaciones? ¿cómo permear con las ideas a quienes tienen el poder? Releo la obra de Gabriel Zaid, LOS DEMASIADOS LIBROS, “La invocación sensata, la reflexión aguda, el acto amoroso desenfadado que deben leer lectores, autores, editores, libreros y...” Reencuentro, “las maravillas electrónicas se venden con un instructivo impreso. Ningún libro se vende con instructivos electrónicos que faciliten su lectura”.

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2004-03-02   |   922 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 15 Núm.2. Septiembre 1998 Pags. 109. Bol Clin Hosp Infant Edo Son 1998; 15(2)