Resumen

Hasta el siglo XIX, la cura natural de la coledocolitiasis era el pasaje espontáneo del cálculo o la formación de una fístula interna, que podía resultar en la cura o la muerte. En 1882, Langenbuch realizó la primera colecistectomía. En 1890, Courvoisier la primera cirugía sobre el conducto hepático común. Y fue casi un siglo después que se introduce la cirugía laparoscópica para la realización de colecistectomía, comenzando la evolución de la cirugía miniinvasiva. Diagnosticar y tratar la litiasis coledociana ha sido un desafío para los cirujanos, radiólogos, y gastroenterólogos, desde que se realizó la primera colecistectomía en 1882. En ese momento, la técnica era buscar la litiasis coledociana y expulsarla hacia el duodeno. Inicialmente la exploración del colédoco era negativa en un 50% de los casos, y litiasis retenida (residual) podrían ser encontradas en un 25% de los pacientes a los que se les realiza exploración de la vía biliar. La introducción de la colangiografía intraoperatoria en 1931 por Pablo Mirizzi 2 redujo drásticamente el porcentaje de exploraciones negativas del colédoco a 6% y la coledocolitiasis retenida (residuales) a un 11% de todos los casos. La incidencia de litiasis retenida (residuales) descendió a 3% luego que Mc Iver introdujera el coledocoscopio rígido en 1970. En 1974, la esfinterotomía retrógrada endoscópica fue introducida como procedimiento opcional no quirúrgico para la coledocolitiasis. El advenimiento de la era endoscópica para el manejo de la litiasis vesicular cambió permanentemente el tratamiento y el significado de los cálculos retenidos (residuales). Series de casos reportados de gran cuantía de pacientes tratados con esfinterotomía retrógrada endoscópica, informan resultados exitosos en un 90-95% con una morbilidad de 15% y mortalidad del 1%. Por otro lado, informes sobre colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) realizadas previamente a la colecistectomía abierta no demuestran marcada reducción en la morbilidad y mortalidad comparada con la colecistectomía abierta con o sin exploración de la vía biliar. Consecuentemente, las CPRE realizadas por sospecha de coledocolitiasis no fueron comúnmente usadas como procedimiento preoperatorio, sino hasta 1989 cuando la cirugía laparoscópica fue introducida. La introducción de la colecistectomía laparoscópica no cambió el tratamiento básico racional para la colelitiasis, pero sí lo hizo para el tratamiento de la litiasis en la vía biliar. Previo a la colecistectomía laparoscópica, los pacientes eran sometidos a la colangiografía intraoperatoria durante la colecistectomía abierta si existía sospecha de litiasis en la vía biliar. Si éstos presentaban signos de litiasis en la vía biliar, se les realizaba exploración. Luego que la colecistectomía laparoscópica fue introducida, la CPRE preoperatoria se convirtió en muchas instituciones en el procedimiento de elección para el tratamiento de pacientes con sospecha de litiasis en la vía biliar. Luego la colecistectomía laparoscópica se realizaría cuando quedaba demostrado que la vía biliar estaba libre de cálculos. Cuando se encontraban cálculos en la vía biliar durante el procedimiento laparoscópico, algunos pacientes eran relegados para la realización de una CPRE con esfinterotomía posoperatoria. La principal razón para este comportamiento quirúrgico fue la pérdida de técnicas satisfactorias para la colangiografía intraoperatoria laparoscópica y la exploración de la vía biliar y que los cirujanos desisten de la idea de convertir la cirugía a un procedimiento abierto. Durante la década siguiendo la introducción de terapéuticas laparoscópicas para el árbol biliar, se desarrollaron muchas técnicas para la exploración de la vía biliar. Con estas técnicas, los pacientes con litiasis en la vía biliar pueden ser tratados en una sola sesión, lo cual suprime el potencial de complicaciones por subsecuentes procedimientos, como la CPRE. Los resultados de estas técnicas son variables, pero en manos seleccionadas y expertas, son superiores a los reportados con CPRE con esfinterotomía. Algunos autores han reportado resultados favorables comparados con aquéllos obtenidos con la exploración de la vía biliar en cirugía abierta. A pesar del hecho que la exploración de la vía biliar laparoscópica ha alcanzado niveles elevados de éxito, la experiencia de cirujanos varía enormemente. Esta variabilidad en el éxito ha creado una diferencia en la opinión acerca del mejor procedimiento para tratar a los pacientes con sospecha de litiasis en la vía biliar.

Palabras clave: Vía biliar cirugía laparoscópica.

2004-03-08   |   1,728 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.3. Julio-Septiembre 2003 Pags. 144-148. Rev Mex Cir Endoscop 2003; 4(3)