Autor: Rivera Cortes Ricardo
Señoras y Señores: En penosas circunstancias tomo la palabra, en representación del Instituto Médico Sucre, para despedir a nuestro consocio y amigo, el Doctor Ricardo Rivera Cortés. Emprende el camino sin retomo, con la serena paz y tranquilidad, que solía poner a todas las empresas de su vida, con la callada sencillez de selectos espíritus, de aquellas almas puestas en el mundo, para profundizar las pequeñas cosas y hacerlas grandes en significación de bondad y de nobleza. Hombre de aquilatado pundonor, fue un ejemplo en el ejercicio de sus obligaciones, y en el culto de la amistad, su trato afable, su alegría contagiosa, y la elegancia en sus maneras, haciendo que sus actos fueran, un estímulo para nosotros. El, que con la palabra y con los hechos, quería significar que habíamos sido puestos en la faz de la tierra, para cumplir una misión de excelencia y de eficiencia; enseñando en la cátedra universitaria con paternal sonrisa, tomándose irónica si algún error se había deslizado con la serena imparcialidad propia de su arraigada convicción de Catedrático, juzgando los hechos sin sectarismo alguno. Deseo pues rendir mi homenaje más profundo, a la memoria del hombre que supo inculcar en nosotros, sus consocios, ideas sanas y el amor inmaculado, a lo bello, a lo bueno y a lo humano, rogando al Todo Poderoso para que le tenga en su gloria. Paz en su tumba. Sucre, 15 de Septiembre de 2003
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2004-03-10 | 4,449 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 68 Núm.123. Julio-Diciembre 2003 Pags. 131 Rev Inst Med Su 2003; LXVIII(123)