La aceptación generalizada del trasplante hepático como tratamiento para las enfermedades hepáticas terminales constituye hoy en dÃa una de las principales limitantes del procedimiento. La demanda excesiva de órganos para trasplante plantea como controversias algunas indicaciones del mismo; asÃ, aquellos pacientes con enfermedades con altas tasas de recurrencia después del injerto, en quienes puede preverse una sobrevida corta, aquellos pacientes con padecimientos malignos y aquellos con cirrosis alcohólica han representado siempre puntos de vista antagónicos para decidir sobre su inclusión en programas de trasplante. Mas recientemente el trasplante de donador vivo pareció resolver el problema, sin embargo, esta opción debe observarse con precaución, porque representa también riesgo, muchas veces mayor al aceptable para el donador. La escasez de órganos, como es el hÃgado, para trasplante, debe hacernos racionalizar aquellos recursos disponibles para optimizar su utilización.
Palabras clave: Donador vivo colangiocarcinoma neoplasia trasplante alcohol.
2004-03-15 | 835 visitas | Evalua este artÃculo 0 valoraciones
Vol. 68 Núm.4. Octubre 2003 Pags. 43-47 Rev Gastroenterol Mex 2003; 68(Supl. 2)