Epidemiología y sociedad

Autor: Martínez Calvo Silvia

Fragmento

Los términos que conforman el título son bien complejos, aunque a simple vista resulten muy conocidos en el campo de la salud pública. El primero corresponde a la denominación de una reconocida y cuestionada disciplina científica, y el segundo, de manera general, se relaciona con el espacio donde se inserta el objeto que pretende estudiar esa disciplina. No debe existir para la salud vínculo más estrecho que el de ambas nociones, incluso, cuando algunos han considerado a la epidemiología como una ciencia socio-médica, fiel reflejo de los cambios y sacudidas de la sociedad en que está inmersa, aunque las controversias y debates muestran cierto rechazo a reconocer ese vínculo directo y privilegian la relación de la salud pública con la sociedad. No obstante esas discrepancias, en ocasiones estériles, el proceso salud-enfermedad se hace visible básicamente a través de los problemas de salud de los conjuntos humanos, y entonces, la correspondencia epidemiología y sociedad surge cuando abordamos esos problemas que esencialmente traducen el objeto de estudio de la disciplina. Como bien se ha expresado, la salud-enfermedad colectiva está profundamente unida a su portador social y ese complemento resulta imprescindible para el logro del bienestar humano. En armonía con las características naturales y sociales de su objeto de estudio, la epidemiología está sólidamente influida por las corrientes político-sociales prevalecientes en cada momento histórico. En ese sentido han quedado bien identificadas las disciplinas que, desde sus inicios, dejaron su huella en sus principios, métodos y procedimientos. La clínica, la filosofía y la estadística, aportaron cada una su cuota significativa en ese surgimiento y también contribuyeron a clasificarla como una ciencia básicamente cuantitativa; ese origen la vinculó, hasta hoy, con la "razón instrumental" y el positivismo, lo que ha transformado la relación sujeto-objeto de estudio en una constante "persecución de precisiones y mediciones" que convierten a individuos y comunidades en seres inanimados. No obstante, siempre han existido lúcidos defensores del correcto abordaje del objeto epidemiológico, desde los precursores del siglo XVIII, pioneros del enfoque social de la salud, seguidos de los ideólogos contemporáneos de la epidemiología crítica, hasta la actual tendencia al estudio de las desigualdades en salud, sin obviar las renovadoras propuestas de una ecoepidemiología y una etnoepidemiología.

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2004-04-02   |   1,482 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 41 Núm.2. Mayo-Diciembre 2003 Pags. Rev Cubana Hig Epidemiol 2003; 41(2-3)