Fragmento

Etiología Es una condición de descarga neuronal paroxística en el cerebro, con alteración de la conciencia, actividad muscular descoordinada, fenómenos sensoriales y anormalidad en la percepción y el comportamiento. Una convulsión tiene comienzo súbito y duración breve, al pasar a un estado repetitivo se llama epilepsia, pero cuando los episodios son excesivamente prolongados (más de una hora) o tan repetidos que no existe recuperación entre ellos, se denomina estado epiléptico y se considera una urgencia médica. Por su origen, las convulsiones pueden ser primarias (con predisposición genética y sin causa definitiva) o secundarias (por anomalías congénitas, lesiones perinatales, procesos metabólicos tóxicos, traumatismos craneales, fiebre, accidente cerebrovascular, infección del SNC, sobredosis de drogas, procesos vasculares y degenerativos, tumores y lesiones ocupantes). Su presentación clínica las divide en parciales o focales, que afectan a una región específica del cerebro y generalizadas, cuando alteran gran parte de él y pueden presentarse en tres formas, gran mal (convulsiones tonicoclónicas), pequeño mal (ausencias) y convulsiones psicomotoras. En la consulta dental revisten mayor importancia las generalizadas, ya que pueden presentarse en pacientes con antecedentes epilépticos, con hipoglicemia, anoxia o hipoxia secundaria a síncope o en caso de sobredosis por anestésicos locales. Fisiopatología La epilepsia no es una enfermedad sino un síntoma, que suele indicar una forma primaria de disfunción cerebral donde existen alteraciones metabólicas intrínsecas y extracelulares en las neuronas que producen una despolarización excesiva y prolongada de la membrana. Existe un aumento de la permeabilidad de la membrana celular de la neurona con alteraciones en el movimiento del sodio y potasio, afectando el potencial de reposo de la membrana y su excitabilidad. Las neuronas hiperexcitables se agrupan en un foco, considerado como el lugar de origen de la convulsión. La actividad comicial se produce cuando la descarga anormal se propaga a través de las vías nerviosas, continuándose hasta las zonas subcorticales o los centros talámicos.

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2004-04-03   |   10,727 visitas   |   4 valoraciones

Vol. 5 Núm.3. Julio-Septiembre 2003 Pags. 95-96. Med Oral 2003; 5(3)