La LLA es la neoplasia más frecuente en la infancia. En 1965, el porcentaje de curaciones era del 5%. En la actualidad sobrepasa el 70%. Las características biológicas, citogenéticas y moleculares de las células leucémicas contribuyen a su mejor clasificación. Los factores pronósticos tienen mucha importancia, sobre todo el genotipo de los blastos. Existen muchos protocolos de tratamiento pero en sí casi todos se emplean las fases de inducción, intensificación, profilaxis de la leucemia meníngenea y mantenimiento. El transplante de células hematopoyéticas prolonga la vida y puede curar a algunos enfermos resistentes a la quimioterapia. Es fundamental atender a los aspectos emocionales y psicológicos del niño con leucemia y de sus familiares. En la actualidad cobran mucha importancia las secuelas, sobre todo neurológicas, y cardíacas y las segundas neoplasias. El número de niños con cáncer en los países subdesarrollados es cinco veces mayor al de los países desarrollados y seguirá aumentando. Por lo tanto, a las puertas del siglo XXI los hematólogos pediatras de América Latina enfrentamos un gran reto: el de lograr en el tratamiento de la LLA resultados similares a los de los países ricos.
Palabras clave: Leucemia Linfoblástica (LLA).
2004-04-21 | 4,803 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.3. Julio-Septiembre 1998 Pags. 300-307. Oncología 1998; 8(3)