Autor: Zaninovic Vladimir
En 1919, la epidemia de «gripa» mató a veinte millones de personas. Tantas como las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. El tercer milenio verá el desarrollo del peligro viral. Los virus acompañan a la humanidad desde sus orígenes como el predador sigue a su presa. El fin principal de los virus es perpetuarse. Cuando infectan al hombre aseguran su supervivencia. ENFERMEDADES EMERGENTES (EMERGING DISEASES) Son afecciones de aparición reciente, de evolución solapada, en muchos casos debidas a agentes que se creían exclusivos de los animales. El diccionario de los virus se enriquece sin cesar; en apariencia la temible lista no ha de acabar nunca. «Nuevas infecciones van a aparecer. Otras que ya se creían extintas van a resucitar. Todo está listo para la eclosión de este fenómeno: las grandes migraciones humanas, la urbanización desenfrenada (en el año 2010, 65% de la población mundial vivirá en las ciudades), los transportes rápidos, los cambios del ambiente, multiplican los riesgos. El peligro será planetario,» advierte Stephen Morse, de la Universidad Rockefeller, en Nueva York. Su credo: hay que combatir las emerging diseases, enfermedades recientemente reveladas al hombre. Todavía nos preguntamos sobre el origen del VIH, pero se sabe que ya existía en la década de 1950. Mataba poco en aquellos años y no se manifestó abiertamente sino hasta 1981. Su hermano, el VIH 2, se parece como dos gotas de agua al SIV (Simian Immunodeficiency Virus) que infecta a los monos. Otra zoonosis (enfermedad que predomina en los animales) amenaza a áfrica: la fiebre del Valle del Rift, debida (como el dengue o la fiebre amarilla) a un miembro de la muy prolífica familia de los Arbovirus, que cuenta con no menos de quinientas especies. Este virus, transmitido por mosquitos, infecta al ganado. En contacto con los animales enfermos, los pastores caen también fulminados. En 1977, alcanzó a Egipto y mató a 600 personas. "Un dique construido en aquella época en Ismailia, favoreció el desarrollo y proliferación de los mosquitos," explica Amadou Sall, responsable del Laboratorio de Virología Molecular en el Instituto Pasteur de Dakar. Otro virus (de origen asiático) aterrorizó a la población americana hace dos años, pues en pleno territorio indígena de New Mexico, un Hantavirus produjo pneumonías tan severas que la epizoodemia dejó a su paso una treintena de muertos. El virus no se ha podido destruir ni detener y ya llega a Canadá. ¿El responsable? Un pequeño roedor que por medio de la orina y las heces lo dispersa. Las cosechas abundantes permiten el aumento de las camadas de ratones y multiplican los riesgos para el hombre. Las alteraciones en el clima, la modificación de las técnicas agrícolas, y todo cambio artificial del ambiente, favorecen la presencia de nuevos gérmenes. Según el Premio Nobel Peter Medawar, "Un virus es un paquete de malas noticias envuelto en proteínas. Las malas noticias son la información genética que dirige la reproducción del virus dentro del huésped. Los virus son paquetes ('atados') de genes, hilos o filamentos de ADN o de ARN, las moléculas que llevan las huellas digitales de la vida."
2004-04-22 | 3,094 visitas | 5 valoraciones
Vol. 28 Núm.1. Enero-Marzo 1997 Pags. 03 Colomb Med 1997; 28(1)