Lázaro de nuevo

Autor: Ramíres Torres Marcial

Fragmento

Aquella mañana esperaba disfrutar de la casa de campo de mi familia; me levanté de madrugada, como de costumbre, y me fui a caminar por los caminos del rumbo. Alguna preocupación me llevé por el enrojecimiento de la piel en el hemisferio derecho de mi cara y por la inflamación que creía notar en ella desde la noche anterior. Dos semanas atrás, el doctor X me había dado el diagnóstico que nadie quiere oír: mi padecimiento era mieloma múltiple; aún recuerdo aquella llamada por teléfono y el efecto emocional que produjeron en mí las palabras del médico. En un mismo momento pensé en el sufrimiento de mi familia, en las consecuencias que se darían en mi trabajo, en el escándalo que me podría ante las miradas de todos y en el calvario que tendría yo que recorrer antes de morir. Le pedí al doctor que, en atención a nuestra amistad, me ayudara a mantenerlo en secreto y a luchar contra la enfermedad.

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2004-04-28   |   2,374 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.22. Enero-Marzo 2004 Pags. 59-61. Med Univer 2004; 6(22)