Autor: Kimura Fujikami Takao
La distracción maxilo-mandibular ha tenido en los últimos años la relevancia quirúrgica en el tratamiento de las deformidades dentofaciales de retrognatismos así como de laterognasias, ya sea una malformación congénita o bien una deformidad adquirida por un trauma directo en la región facial y específicamente en el tercio inferior con secuelas de hipoplasias de la mandíbula en pacientes pediátricos de adolescentes. Con base a los estudios de elongación de huesos largos preconizados por Ilizarov hace varias décadas (1970, 1980), el procedimiento a nivel mandibular fue cuestionado para su elongación aún cuando en ese tiempo no se llevaba a cabo por múltiples incógnitas y variables como el de la fijación a nivel de un hueso suigéneris como es la mendibula, cuyas corticales están unidas una con otra a través de un limitado diploe o hueso esponjoso. Es así como Snyder realizó los primeros estudios experimentales en mandíbulas de perros en 1974 demostrando la posibilidad del uso de la distracción osteogénica, Karp y Mc Carthy en 1990 demostraron la formación ósea en la elongación y expansión mandibular.
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2004-05-06 | 603 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 65 Núm.4. Julio-Agosto 1997 Pags. 116-119. Cir Ciruj 1997; 65(4)