Editorial

Autor: Escamilla Olivera José

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El desempeñar una función ejecutiva dentro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, (AMCPER) o del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, (CMCPER) además de ser un privilegio, nos brinda oportunidades y perspectivas que de otra manera no se llegan a considerar en toda su dimensión por el resto de sus miembros. Tal es el caso de las transformaciones que estamos tratando que sucedan en el ámbito profesional de nuestro país, no sólo en lo que concierne a la cirugía plástica, sino también en todas las especialidades médicas. Todos ustedes están enterados -con mayor o menor detalle- que se integró un organismo nacional que incluye a los 44 consejos de especialidades reconocidas en el país. Este organismo que ya está formalmente constituido se denomina Asamblea Nacional de Consejos de Especialidades Médicas y éste, a su vez, es una de las tres organizaciones, que en conjunción con la Academia Nacional de Medicina y la Academia Mexicana de Cirugía, integran el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas. A finales del año pasado, casi por terminar la presidencia del doctor Pelayo Vilar en la Academia Nacional de Medicina, se nos dio a entender que estaba próximo el reconocimiento oficial de los consejos y, por ende, la certificación que éstos otorgan. Con gran desilusión para nosotros, la nueva directiva de la Academia Nacional de Medicina derribó prácticamente todas nuestras expectativas, ya que congeló cualquier avance en este sentido, amparados y parapetados en todos los escollos burocráticos a los que estamos acostumbrados en este país; arguyen que este reconocimiento sería una medida discriminatoria hacia aquellos médicos que no están certificados. Entonces me pregunto: ¿no es incongruente que las mismas instituciones oficiales, como la Secretaría de Salud, el ISSSTE y el IMSS, den valor curricular a estos documentos? Los consejos, en ningún momento son discriminatorios, simplemente son los únicos organismos capacitados profesionalmente e integrados por expertos en su materia, para regular la capacidad, calidad y ética de los especialistas en la medicina, para brindar seguridad en el ejercicio profesional, tanto a los que lo proveen, como a los que lo reciben. Mientras los intereses políticos, las pugnas interinstitucionales y la simulación determinen las decisiones de las autoridades, no se va a resolver este problema y seguiremos viendo cómo es usurpada impunemente la profesión médica ética y digna, por extranjeros y charlatanes. Es importante que nos conceptualicemos y nos identifiquen socialmente como un grupo unido y coherente, que tenga como normas fundamentales, la ética y la calidad de nuestro ejercicio profesional, respaldados por conocimientos sólidos y actualizados. Hoy por hoy necesitamos consolidar nuestra unión y alentar la calidad de los profesionales que se forman en los diversos cursos de postgrado de nuestro país, cuidando además de la calidad, factores importantes como la sobrepoblación. Colegas y maestros: no saturemos nuestra especialidad o nos veremos rebasados rápidamente por el caos. Formemos mejores cirujanos plásticos, en lugar de más cirujanos plásticos. Dr. José Escamilla Olivera Presidente del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva 1995-1997

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2004-05-07   |   589 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.1. Enero-Abril 1997 Pags. 4 Cir Plast 1997; 7(1)