Autores: Sánchez Rodríguez Sergio Hugo, Barajas Vásquez Gerardo E, Ramírez Alvarado Elena Donaji, Moreno García María Alejandra, Barbosa Cisneros Olga Yadira
El sistema inmune (SI) tiene como función primordial la defensa del organismo, a través del reconocimiento de antígenos potencialmente patógenos y su eliminación mediante dos mecanismos efectores: la inmunidad humoral y la inmunidad celular. Sin embargo, éstos pueden fallar por una inadecuada respuesta a patógenos (inmunodeficiencia), por falta de reconocimiento a lo propio (autoinmunidad) o por una respuesta exagerada e inapropiada a un antígeno (hipersensibilidad). Por tanto, el reconocimiento de lo propio y lo no propio por el sistema inmune es de capital importancia para el entendimiento de la autoinmunidad. Para prevenir la autoagresión, el SI cuenta con mecanismos que le permiten identificar a los antígenos derivados de la misma (alogénicos) o de otras especies (xenogénicos) y puede distingirlos de los propios (singénicos). Una característica común de las enfermedades autoinmunes es el rompimiento de la tolerancia a los antígenos propios y una de las consecuencias de esta disfunción inmune es la producción de autoanticuerpos que reaccionan contra una gran variedad de proteínas propias, que son blanco para la producción de autoanticuerpos.
Palabras clave: Sistema inmune autoinmunidad antígenos anticuerpos autoanticuerpos.
2004-05-07 | 4,754 visitas | 1 valoraciones
Vol. 15 Núm.1. Enero-Marzo 2004 Pags. 49-55. Rev Biomed 2004; 15(1)