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Agradezco a la Mesa Directiva de la Academia Mexicana de Cirugía, su designación para hacer el comentario al trabajo de ingreso del académico doctor Alejandro Pedroza Meléndez, al sillón de ingeniera biomédica en provincia, con el título "La microelectrónica en la medicina y la cirugía". Es un gran reto el integrarse a las nuevas tecnologías, por lo que leí cuidadosamente el artículo que inicia con un pensamiento de Karl Wogt "El cerebro segrega pensamientos como el estómago segrega jugo gástrico, el hígado bilis y los riñones orina", cuando estos pensamientos han logrado llevarnos a través del mundo al momento actual de la tecnología, la medicina cambia y se necesita, como menciona el doctor Pedroza, un equipo interdisciplinario para avanzar en diferentes áreas científicas, pues, el iniciarse en la tecnología implica un alto costo y una duración fugaz de la misma, ya que si uno no produce su propia tecnología a la velocidad de los avances biomédicos, esta se vuelve obsoleta. Por esto, con la integración de los equipos de cómputo, de la ingeniería biomédica y de la microelectrónica en las diferentes ramas de la medicina se ha logrado desarrollar a pasos acelerados tecnología, no sólo para el diagnóstico sino para la terapéutica, que actualmente tiene un alto costo para los países en vías de desarrollo, por lo que felicito al doctor Pedroza Meléndez y a la propia Academia por verse enriquecidos con el conocimiento y las ideas de gente que trabaja, vive y actúa en el mundo del futuro. El trabajo del doctor Pedroza Meléndez es una recopilación de las investigaciones que ha realizado en la Universidad Autónoma de Puebla así como de la evolución y los resultados obtenidos en su trabajo, el cual considero de gran importancia por los alcances que en el presente y en un futuro cercano tendrá. Cuando logremos desarrollar nuestra propia tecnología como él nos lo sugiere y tengamos la cooperación absoluta de estos profesionistas interdisciplinarios, lograremos pasar de las vías del desarrollo al desarrollo. Le reitero mi felicitación por su brillante trabajo y le comento que entiendo a la perfección el pensamiento del ingeniero biomédico pues en los últimos veinte años he dedicado gran parte de mi tiempo a la modificación y diseño de instrumental quirúrgico y sé lo frustrante que resulta no encontrar en nuestro país el apoyo tecnológico necesario para su realización lo cual nos obliga a buscarlo en el extranjero. Ojalá dentro del seno de esta Academia se desarrollen prototipos con la gente que este interesada en unirse a la revolución tecnológica del mundo de la medicina moderna en los campos de la microelectrónica aplicada a la biotecnología y a la cirugía. Concluyo mi comentario mencionando el último párrafo del trabajo presentado, que nos confirma que un país que no genera su propia tecnología está condenado al coloniaje y al subdesarrollo.

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2004-05-17   |   678 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 65 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1997 Pags. 178 Cir Ciruj 1997; 65(6)