El propósito fundamental de las instituciones de educación, así como el de las instituciones de salud, es generar médicos que sean capaces de responder a las necesidades de los pacientes; la sociedad a su vez, espera que dichas instituciones formen médicos con suficientes conocimientos, solícitos, comprensivos, dedicados con sus pacientes para mantener o recuperar la salud o al menos ayudar a confortar cuando lo último no sea posible. Los responsables de la educación médica deseamos formar médicos comprometidos con el trabajo, el aprendizaje, la racionalidad, la ciencia y el servicio a todos los miembros de la sociedad; médicos con ética en integridad moral y con una filosofía de actualización y autoconocimiento permanentes. Estos propósitos centrales representan un gran compromiso con la nación y la transición al próximo milenio constituye un momento propicio para abordar diversos aspectos que requieren ajustes en nuestro país. En el ámbito de la salud, uno de esos problemas es indudablemente la enseñanza de la Medicina.
2004-05-19 | 970 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.4. Julio-Agosto 1997 Pags. 155-156 Acta Pediatr Méx 1997; 18(4)