Vértigo, significa "sensación subjetiva de movimiento del entorno o de sí mismo"; debe distinguirse del mareo que implica aturdimiento, distorsión visual u orientación alterada. La conservación del equilibrio depende de una adecuada información sobre la posición del cuerpo en el espacio, proporcionada por los sistemas vestibular, visual y propioceptivo. En el niño existen muchas causas de vértigo y el diagnóstico y tratamiento certeros dependen de su adecuado estudio. Debe realizarse una historia clínica completa orientada a las múltiples causas del vértigo, exploración física general, neurológica, otorrinolaringológica y estudios de laboratorio y gabinete. Se ha clasificado al vértigo en seis grupos: 1) Paroxístico con hipoacusia. 2) Paroxístico sin hipoacusia. 3) Vértigo con pérdida del control postural o de la conciencia sin hipoacusia. 4) Vértigo incoercible con signos neurológicos. 5) Vértigo incoercible con deterioro intelectual progresivo y signos neurológicos. 6) Vértigo incoercible sin anomalías neurológicas. Los estudios de gabinete más útiles en el estudio del paciente con vértigo son: electronistagmografía, electroencefalografía, tomografía computada y resonancia magnética nuclear; sin embargo, no en todos los pacientes están indicados. Su solicitud depende del grupo al que pertenezca el paciente.
Palabras clave: Vértigo paroxístico hipoacusia vestibular neurológico.
2004-05-19 | 1,551 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.4. Julio-Agosto 1997 Pags. 174-180 Acta Pediatr Méx 1997; 18(4)