Fragmento

Es probable que el intento por encontrar el camino hacia la dorada madurez, sea la causa que obliga al hombre a marcar altos en el camino; a veces para mirar hacia atrás, otras para imaginar el porvenir, siempre con la conciencia de que la única manera de entender el presente y predecir el futuro resulta del análisis objetivo y honesto del acontecer histórico. Con frecuencia, en el proceso de reflexión, el ser humano descubre de manera abrupta que la teoría inverosímil de una época en su efímera existencia se ha tornado en imagen de vulgar cotidianidad y, en la vorágine del progreso, es la cirugía uno de los mejores ejemplos. En este orden de ideas surge la gran interrogante de qué es lo que queremos, hacia dónde vamos y si cada uno de los conceptos son congruentes entre sí; es posible que la respuesta pueda ser más clara cuando es el cirujano el sujeto de la intervención. El viejo aforismo de que a grandes cirujanos, grandes incisiones se desvanece en la bruma del pasado y es la cirugía endoscópica la que marca el fin de la batalla entre nuestros 10 dedos incoordinados, más frecuentemente de lo deseable y el interior de un cuerpo que, en ocasiones se resiste y, así, el mundo ha ido aceptando el principio básico de la cirugía endoscópica que se limita, en última instancia, a las acciones simples de adelantar, retroceder y girar sobre su propio eje; esta simplicidad de acciones podría ser ejecutada por un "robot" controlado por computadora y, entonces, surge la gran interrogante de ¿qué formación académica debe tener el cirujano del futuro?

Palabras clave: Cirugía endoscópica avances tecnológicos.

2002-12-11   |   667 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 69 Núm.3. Marzo-Abril 2001 Pags. 107-108 Cir Ciruj 2001; 69(3)