En 1953 ya se sabía que el ADN contenía la información genética, pero resultaba necesario conocer su estructura. En esta tarea participaron Watson y Crick, además de varias personas más, que no fueron tomadas en cuenta al otorgar el premio Nobel en 1956, como el caso de Rosalind Franklin, que se dedicaba a fotografiar las moléculas, y que fue una de sus fotografías la que proporcionó las pruebas definitivas que demostraban la forma helicoidal, información que llegó a Watson y Crick sin el consentimiento de ella; su nombre nunca apareció en el artículo publicado en la revista Nature.
Palabras clave: Genoma humano ética
2004-05-21 | 1,747 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.1. Enero-Marzo 2004 Pags. 15-16. Bol Acad Mex Ciruj 2004; 8(1)