Editorial

Autor: Corredor Carlos

Fragmento

Cuando a principios de la década de 1960 ingresé como profesor a la Facultad de Medicina de la Universidad del Valle que cumplía apenas 10 años, existían otras cinco facultades de medicina en Colombia. El número total de médicos, absolutamente insuficiente para las necesidades colombianas apenas sobrepasaba los dos mil. Cuarenta y dos años después, encontramos registrados en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior 50 facultades de medicina y sabemos de otras cuatro que aún no se encuentran registradas. De las existentes, egresan cada año casi 5,000 nuevos médicos ¡más del doble de los que tenía todo el país hace cuatro décadas! La joven Universidad del Valle adoptó y adaptó el sistema norteamericano de la enseñanza de la medicina, en contraposición con el sistema francés típico de las otras facultades. Este sistema tenía dos características fundamentales que lo diferenciaban de los sistemas no anglosajones: 1) la existencia de unas ciencias básicas muy fuertes, con profesores investigadores de tiempo completo y 2) la investigación básica, clínica y epidemiológica como base de la misma docencia médica. A los pocos años, la mayor parte de las facultades de medicina habían adoptado sistemas parecidos y con la creación de Colciencias en 1968 se institucionalizó un sistema estatal que comenzó a financiar la investigación biomédica y permitió el establecimiento de los primeros programas de maestría y doctorado en este campo en 1967 en las universidades del Valle y de Antioquia. Podríamos decir que fue éste el momento cuando arrancó institucionalmente la investigación biomédica en Colombia y se profesionalizó a quienes se dedican a ella. Actualmente hay tres programas de doctorado en ciencias biomédicas en las universidades del Valle, Antioquia y Javeriana y uno en bioquímica en la Universidad Nacional. Sin embargo, los egresados de estos programas no llegan a la veintena y en los próximos años no cubrirán las necesidades de las facultades de medicina, y esto, sin contar otras áreas de la salud del país.

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2004-06-02   |   856 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 35 Núm.2. Abril-Junio 2004 Pags. 54 Colomb Med 2004; 35(2)